martes, 29 de diciembre de 2009

La guerra y el Paz

Las luces se han apagado y la sala está vacía. Mientras comienza la proyección de la película él llega y se sienta. A medida que transcurre el filme, el cabello le crece y le decrece al ritmo de la barba, cabello corto y sin barba, cabello largo sujetado en cola con bigote, cabello cada vez más escaso y barba corta hasta que Daniel queda como es ahora: pelado y bien afeitado. La escena es un cortometraje de animación que el mismo Daniel Paz hizo sobre su relación con el cine: ha estado sentado en una sala casi toda su vida.
Daniel Paz le hace honor a su apellido y gran parte de su obra gráfica reflexiona en torno de la estupidez de la guerra, de hecho el gran aporte de los humoristas gráficos a nuestras vidas, más allá del entretenimiento (que nos hace más pacíficos, per se) es ayudarnos a pensar nuestros roles en los problemas que a todos nos incumben.
Argentina le ha dado al mundo algunos de los nombres más importantes en la historia de la historieta: Oesterheld, que hizo la serie “El Eternauta” y que colaboró con uno de los más grandes de mundo en la creación de “Ticonderoga”: Hugo Pratt, Dante Quinterno que dio vida a dos personajes que acompañaron a muchos bolivianos durante dos décadas: “Patoruzú” e “Isidoro Cañones”, Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino que nos regaló a “Mafalda” y miles de historias latinoamericanas, Roberto Fontanarrosa que fue padre de “Inodoro Pereyra” y de “Boogie el Aceitoso”, por mencionar sólo algunos de los más importantes de un largo etcétera.
Paz es argentino y pertenece a una nueva generación de dibujantes e ilustradores que han heredado la visión crítica del entorno, la reflexión inteligente de los problemas que nos rodean y la claridad y talento para mostrarnos lo peor que tenemos, somos y hacemos con humor y sencillez.
El humor de Paz es sencillo, pero muestra un trabajo anterior muy profundo y casi erudito; en sus tiras cómicas se leen sus pasiones: historia, literatura, filosofía, psicología, cine, ciencia y mucha información. Su serie más exitosa se ha convertido en su libro: “F. Mérides truchas 1” y es una visión cómica, pero muy reflexiva sobre la historia de la humanidad. Daniel Paz mezcla, en esta serie, hechos verídicos con juegos de lenguaje y combina como nadie lo había hecho futuro, pasado y presente con una mirada integradora e inteligente.
En este breve libro se encuentran, por ejemplo, a Evo Morales, el quinto Beatle, tocando quena y siku, a Bernardo el copo de nieve gritando alarmado por el calentamiento global a un grupo de norteamericanos preocupados porque el bombardeo a Irak no comienza (en la sala adjunta George W. Bush intenta, sin éxito, contar regresivamente desde el diez), al director de la película 300 discutiendo con su asistente sobre cómo se puede hacer que sus personajes se vean más afeminados que con sus ajustados pantaloncillos de cuero (uno de ellos sugiere una capa roja).
A lo largo de su carrera Paz ha ido creando personajes y series que son portadores de inquietudes particulares: Pedro y Rael, creadores del humor ironí, Zoociología que versa sobre temas animales y, desde 1999, la tira Andy & Sidharta, serie que aborda el pensamiento de un niño, Helmut, el musulmán rubio, además tiene la serie Oh my God! En la que el mismo Dios se anda preguntando cosas sobre religión (que es el tema del que menos sabe).
En la página web que él administra se encuentran selecciones de tiras cómicas, ilustraciones y animaciones que valen la pena ver, existe el enlace al blog del autor (webujos, les dice a esos dibujos) y hay una sección con descargas. En ese sitio, también, se pueden leer los homenajes que Daniel Paz les hace a quienes considera maestros, esto sólo demuestra lo que alguna vez me dijo mi padre: sólo los humanos muy grandes saben ser humildes.

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