Eduardo, seguidor de Pollock, trabaja sobre una de las paredes que tiene a mano. También expresionista abstracto, pero con menos horroris vacui, deja adivinar una visión más depurada del arta mural. Acá se le ve orgulloso frente a su obra en ejecución.
como el buen Auguste Dupin origen y esencia, como todo tiene un comienzo, su pequeña Francia la tiene en la cabeza
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